Esta semana, la Inspección General de Justicia (IGJ) de la Ciudad de Buenos Aires emitió la Resolución General N° 15, estableciendo el procedimiento y los requisitos para que cualquier empresa bajo su órbita pueda recibir aportes sociales en “activos virtuales y criptomonedas”, clarificando muchas de las dudas existentes hasta el momento.
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En su introducción, la norma menciona que “atento al desarrollo que presentan en nuestro tiempo las nuevas tecnologías aplicadas al desarrollo de proyectos y emprendimientos de naturaleza empresaria, como es el caso del blockchain […] se incorpora dentro de la nueva normativa la posibilidad de integrar aportes en la constitución de la sociedad y en los aumentos de capital de la misma, consistentes en activos virtuales y criptomonedas…”.
Definición y Requisitos
La norma define a las monedas virtuales como una “representación digital de valor que se puede comercializar y/o transferir digitalmente y utilizar para pagos o inversiones”. Aclara que en ningún caso se entenderá como activo virtual a las monedas fiduciarias.
Entre los requisitos para los aportes sociales en activos virtuales, destacan:
Depósito en PSAV Registrado: Los activos virtuales deben estar depositados en un Proveedor de Servicios de Activos Virtuales (PSAV) registrado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV), y con domicilio en Argentina. No se podrán utilizar exchanges extranjeros ni wallets de autocustodia.
Detalle del Aporte: Se deberá detallar la clase, cantidad y valor asignado a los activos virtuales aportados y acreditar que el socio aportante es el verdadero titular de dichos activos.
Valoración Contable: Obligación de demostrar el valor de los activos virtuales aportados mediante una certificación contable en la que se estime el valor de plaza a la fecha de constitución de la sociedad.
Beneficios y Perspectivas
Esta normativa de la Inspección General de Justicia de Buenos Aires proporciona certezas sobre la posibilidad de realizar aportes societarios en activos virtuales. Es probable que a corto plazo aumente el número de empresas que reciban este tipo de aportes, ya que muchos inversores poseen gran parte de su capital en estos activos.
Además de tener acceso a una nueva alternativa de aporte societario, al recibir criptomonedas las empresas podrían beneficiarse de diversas formas:
Reducción de Costos Transaccionales: Utilizar criptomonedas puede reducir significativamente los costos de las transacciones financieras.
Pagos Transfronterizos Rápidos: Mejorar la rapidez y eficiencia de los pagos internacionales.
Mejora de Imagen Competitiva: Adopción de tecnologías innovadoras que pueden mejorar la imagen competitiva de la empresa en el mercado.
La implementación de esta normativa representa un paso adelante en la integración de tecnologías modernas en el ámbito empresarial argentino, alineando la regulación con las tendencias globales en activos digitales y blockchain.
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