Desde que Javier Milei asumió la presidencia de Argentina en diciembre de 2023, el panorama económico del país ha experimentado una serie de altibajos inesperados. La inflación, que a su llegada superaba el 13% mensual, logró reducirse de manera significativa a un 3,5% mensual en septiembre de 2024, marcando su nivel más bajo en casi tres años. Este descenso ha sorprendido tanto a sus opositores como a los mercados, quienes inicialmente esperaban escenarios catastróficos, como hiperinflación y caos económico similar a las crisis vividas en 1989 y 2001.
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Durante sus primeros meses en el cargo, Milei implementó un ajuste fiscal sin precedentes, recortando el gasto público en un tercio. Estas medidas extremas fueron descritas por el mismo presidente como “el mayor ajuste en la historia de la humanidad”. La emisión de dinero, una de las principales causas de la inflación en Argentina, se redujo drásticamente con el objetivo de sanear la macroeconomía del país. El resultado fue un superávit fiscal, algo que Argentina no había logrado en décadas.
Además de la inflación, Milei también enfrentó desafíos relacionados con el dólar “blue”, el dólar paralelo que es referencia para muchos precios en el país. Al asumir, el dólar paralelo estaba en torno a los 1.000 pesos, pero trepó un 25% para fines de enero, generando preocupación en los sectores financieros y la ciudadanía. Sin embargo, mediante su política de “emisión cero”, el gobierno de Milei logró estabilizar la divisa, que tras alcanzar un récord de 1.500 pesos en julio, volvió a niveles cercanos a los 1.000 pesos para septiembre.
Una de las medidas clave fue reducir la emisión de pesos para la compra de dólares y optar por absorber la cantidad de pesos en circulación a través de un superávit fiscal. Este enfoque permitió que la moneda local no sufriera mayores devaluaciones y que los precios no aumentaran tanto como se esperaba. La apreciación del peso frente al dólar ha sido una de las sorpresas del gobierno, teniendo en cuenta que Milei había hecho campaña prometiendo dolarizar la economía.
Críticas y desafíos
A pesar de los avances macroeconómicos, la situación social y económica para la mayoría de los argentinos sigue siendo complicada. Según datos oficiales, el índice de pobreza se disparó al 53% durante el primer semestre de 2024, afectando especialmente a los niños, con 7 de cada 10 menores de edad en condiciones de pobreza. Además, el Producto Interno Bruto (PIB) cayó un 3,4% en comparación con el mismo período del año anterior, haciendo que Argentina sea proyectada como la economía latinoamericana con mayor contracción en 2024, según estimaciones del Banco Mundial y el FMI.
Críticos como la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y economistas opositores han señalado que el aparente superávit fiscal no es sostenible a largo plazo. Sostienen que el gobierno de Milei está recurriendo a mecanismos financieros, como las letras del Tesoro (LEFI) y las Lecaps, para diferir el pago de intereses, lo que genera una “bola de nieve” que podría explotar en el futuro. Fernández advirtió que el aumento de intereses acumulados por estos instrumentos está creando una deuda peligrosa para el país.
Proyecciones para 2025
A pesar de estas críticas, el gobierno de Milei confía en que su enfoque permitirá una recuperación económica sostenible. En su proyecto de Presupuesto 2025, Milei pronosticó que la inflación cerrará el 2024 en un 104%, la mitad de la registrada en 2023 (211,4%), y que en 2025 se reducirá al 18,3% anual. Aunque el FMI y el Banco Central son menos optimistas, con estimaciones de inflación del 140% y 123,6% para 2024 respectivamente, hay consenso en que la inflación seguirá desacelerándose.
En cuanto al crecimiento económico, el Banco Mundial y el FMI proyectan que Argentina podría tener un repunte significativo en 2025, con un crecimiento del 5%, lo que convertiría al país en la economía latinoamericana con mayor expansión, pasando de ser la de mayor contracción a la de mayor crecimiento.
¿Una Argentina próspera o una nueva crisis?
El optimismo del gobierno se refleja en los discursos de Milei, quien frecuentemente declara que “de aquí en adelante solo vienen buenas noticias”. Sin embargo, sectores opositores continúan siendo escépticos, señalando que la situación real en las calles y el aumento de la pobreza no concuerdan con las mejoras macroeconómicas. La paradoja de un país con una inflación controlada, pero donde el poder adquisitivo sigue disminuyendo, plantea dudas sobre la sostenibilidad de las políticas implementadas por el gobierno libertario.
El tiempo dirá si Argentina logra salir de la espiral de deuda y pobreza o si, como alertan los más pesimistas, el país caerá nuevamente en una crisis similar a la de principios de siglo.
Fuentes:
- BBC Mundo
- FMI, Banco Mundial
- Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).
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